domingo, 18 de noviembre de 2012

Speak in other language.

Hablas en otro lenguaje,
estrategia de confusión.
Escribo sobre los días extraviados,
evasiones cotidianas.
La comunicación es imposible, inútil sin los códigos comunes.

Y, entonces, ¿qué hacer?
Si pudiera inventarme una maraña de sonidos, lo haría,
con el riesgo de convertirme en acertijo o en caos efímero.

Luego alguien aparece, primero como un espectro, tal vez una premonición. 
Los suspiros ya no son tan largos, la respiración recobra la serenidad.
De vuelta, no hay nada que decir.
El Silencio, la noche oscura, los grillo tímidos entre la hierba.

¿Será una certeza o un fantasma?...
Las explicaciones pueden ser las más simples,
los detalles obvios o, por capricho, cualquier cosa que se aparezca frente a los ojos.

Y si los sentidos engañan poco importa,
la tranquilidad retorna a los huesos,
a pesar de todo sigue lloviendo,
sigue saliendo el sol,
sigue la tierra dando sus vueltas…
No hay que dar explicaciones cuando las palabras son incomprensibles.

Yo te sigo viendo todas las noches,
escondida entre las cobijas
con el frío encerrado en tus piernas,
en las escaramuzas sonámbulas
en busca de los labios atrofiados,
las caricias intraducibles de dos cadáveres fraternos.

1 comentario:

  1. El problema del lenguaje no sólo se produce de una lengua a otra. También se produce cuando los que integran en la conversación y quieren entenderse en un lenguaje, aún siendo el mismo, no comparten el mismo trasfondo cultural, e incluso, cuando hablante y oyente no están en la misma onda de las circunstancias espacio/ tiempo /circunstancias de formalidad y conocimiento del tema en cuestión. Entre dos amantes se puede dar el mismo problema porque básicamente se trata de compartir los mismos supuestos de base, antes de poder embarcarse en algo inteligible. Eso lleva a frecuentes fracasos debido a que las 2 ó mas personas en cuestión no comparten o no entienden el punto de partida.

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