viernes, 1 de marzo de 2013

Un descuido.

No dudaré en hacer parte de la prole bulliciosa e innombrable,
En escarbar entre los ladrillos para ocultarme.
No dudaré en ocultarme, como el viento,
Entre las hojas,
Alrededor de las formas corporales,
Dentro de los cuartos desarreglados.

Te miraré por la ventana
Paseando tu arrogancia en la mañana
Tu descortesía a medio día
Y tu descaro al alba.

Porque ya hemos sido olvido
No quiero ser un fantasma encarnado,
Ni un escrúpulo vicioso
O una utopía sin rumbo.

Hoy se parecían al futuro las hazañas cotidianas,
Hoy no había camino que no se doblegara,
Tampoco había alegrías sospechosas.
El espíritu dormía y no te esperaba.

1 comentario:

  1. Siempre del sueño, hay un despertar
    Trae bienestar, o desazón...
    Indefinidamente, despertares.
    Inevitables.

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