jueves, 7 de febrero de 2013

Nada por decir.

Me pides un sermón que no te deje caer
liviana, inocente en las garras de alienación.
Recojo el silencio y te lo arrojo
Aparentando enojo
En tristeza inundado.

Marchas cansadas,
Mutuas indiferencias
En los pasillos blancos
De las despedidas inusitadas.

1 comentario:

  1. Demoledor!!!....

    Que bien escogidas las palabras, plasmando el vacío de cuanto hubo.

    Saludos desde el sur del sur de AndaluCái....

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