Desprecios en dolo eventual
La angustia en sordos gritos
Llamando al olvido insolidario.
El olor dulce de la guayaba caída
Se parece al de tu piel en la mañana,
Pronto las dos serán consumidas
Una por la tierra
Otra por el arrepentimiento.
Somos ruinas de un deseo inoportuno
Una gota de sudor en una fútil proeza.
La derrota anticipada.
Está bien descrita la situación en pocas palabras, pero el profundo sentimiento que embarga al poeta podría ser aprovechado mejor, perdón, poeta, con un retrato menos sintetizado.
ResponderBorrarEl olvido que se niega
ResponderBorrarcaprichoso a darse cuenta
de su presencia anhelada
en el parque sombrío de las penas.
La enceguecida visión que atormenta
al corazón exiliado en el espacio
sometidos a la tortura y la condena
de la abortada convicción ya deslucida.
La fe deshojada.
Lapidario entierro,
dos ausencias.
Credos insurrectos,
inútil esperanza.